La industria catalana de la automoción ha recibido este lunes un nuevo varapalo, después de que la dirección de Nissan en Europa haya anunciado que la planta de producción que la marca de coches japonesa tiene en la Zona Franca de Barcelona construirá 90.000 unidades este año, un 30% menos en relación a las 130.000 del año pasado.
Los motivos que han llevado a la rebaja son, según han explicado fuentes sindicales a varias agencias de información, que se han dejado de fabricar dos modelos: Navara y Pathfinder, y que una línea de producción ha estado parada todo el año preparándola para la construcción -a partir de noviembre- de la nueva Navara NP300.
Las mismas fuentes también apuntan que el último modelo, Nissan Pulsar, no ha tenido el volumen previsto de ventas. Los sindicatos esperan que la producción del nuevo Navara absorba el excedente de trabajadores que ha provocado la caída de la producción.