Acostumbrados como están a nadar contra la corriente institucional, de los barrios a los Ayuntamientos y al Parlamento -y no a la inversa-, dudo que toda la maquinaria política y mediática (desgraciadamente cada vez menos separadas) puesta en marcha por Convergència para presionar a la CUP para que invista a Mas tenga ningún efecto.
El mensaje de rechazo a investir presidente a alguien sobre quien planea la sombra de la corrupción y el peso de los recortes, que se han cansado de repetir las dos nuevas caras mediáticas de la CUP, Anna Gabriel y Antonio Baños, ha sido claro. Pero la decisión ‘cupaire’ no la toman ellos dos. Se decide en un consejo nacional que coordina las bases. Por lo tanto, será la militancia quien escoja si sus representantes en el Palacio de la Ciutadella de Barcelona aplican o no las declaraciones de sus dos mediáticos.
Y es obvio que entre los miembros de las asambleas territoriales de la CUP hay gente que prioriza el proceso independentista al constituyente. Gente que considera que investir Mas es un «mal necesario» para acontecer una República y a partir de ahí… (ya sabéis el cuento de la lechera).
Yo no he estado nunca en ninguna asamblea de la CUP y no sé qué fuerza tiene la opinión de cada cuál en la toma de decisiones. Pero está claro que este partido asambleario que recoge buena parte de la izquierda anticapitalista se ha ganado el derecho a decidir. Ahora bien, este derecho ganado -mayoritariamente por el discurso coherente, trabajado desde la calle en defensa de las clases populares- podría desvanecerse si la CUP inviste a Mas.
Porque ¿qué coherencia tendrían las campañas de defensa y las concentraciones en la Ciutat de la Justicia para reivindicar los derechos de los cuatro piquetes informativos que fueron detenidos por los Mossos de Esquadra durante la huelga general de marzo de 2012, si hacen presidente a alguien el partido del cual se ha personado en esta causa y les pide tres años de prisión?
Más información #29MPoblenou (o #encausadesParlament o tantos otros a quienes los representantes de la ciudadanía no han representado).
