Desde Convergencia Democràtica (CDC) se ha espiado y se han hecho informes en los últimos años sobre destacados personajes de la vida pública y política catalana. La lista de víctimas del «cotilleo» convergente, según ha podido saber EL TRIANGLE, es larguísima y se ha utilizado, incluso, para intervenir en las «luchas intestinas» del partido. Por la intensidad de los encargos realizados, destaca el especial interés para investigar a los dirigentes, empresas y colaboradores de Esquerra Republicana (ERC), el partido con quién CDC se presenta en estas elecciones del 27-S formando la coalición Junts pel Sí.
El personaje central de esta trama de espionaje es Xavier Martorell, que fue director general de Seguridad Ciudadana entre los años 1996 y 2003, bajo la protección del ex consejero de Interior, Xavier Pomés. Como máximo responsable político de los Mossos d’Esquadra, Xavier Martorell se convirtió en una valiosa «terminal» de información sobre todo lo que se mueve en Catalunya, tanto en el ámbito político como el económico y judicial.
El problema es que, una vez fue destituido del cargo con la entrada del gobierno Tripartito, Xavier Martorell quiso continuar «cotilleando» y por eso buscó la cobertura de la sociedad Provinen Seguridad SL. Pero necesitaba «espías» para hacer el trabajo sobre el terreno y, entre otros, estableció una fructífera relación comercial con Francisco Marco, el director de la agencia Método 3, a quien ha encargado en estos últimos años un buen puñado de informes y de seguimientos.
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