Las cuatro diputaciones catalanas estarán presididas por convergentes: en Lleida y en Tarragona, continuarán los mismos que había hasta ahora, Joan Rañé y Josep Poblet; pero, en Barcelona y en Girona, donde se han desencadenado pugnas intestines para conseguir la presidencia, se han impuesto Mercè Conesa y Pere Vila.
Mercè Conesa, alcaldesa de Sant Cugat del Vallès, se ha impuesto a Marc Castells y Joan Ramon Canals, alcaldes de Igualada y de Molins de Rei, respectivamente. En un primer momento, parecía que el mejor situado era Castells, pero, sobre todo a raíz de la célebre conferencia de Artur Mas en Molins de Rei, se dispararon las opciones de Casals, que es el secretario de política municipal de CDC. Sin embargo, la dirección del partido presionó a favor de Mercè Conesa.
Según explican fuentes convergentes, Josep Rull, coordinador general de Convergència, ha movido los hilos necesarios porque Conesa sea la elegida en detrimento de Castells y de Casals. Así, Conesa será la presidenta de la Diputación de Barcelona, con un pacto con ERC, y continuará como alcaldesa de Sant Cugat, si bien dejará de ser la portavoz del partido.
En Girona ha ocurrido un proceso similar: en principio, el candidato mejor situado era Miquel Noguer, alcalde de Banyoles; después apareció como alternativa Fermí Santamaria, alcalde de Llagostera y, en el último momento, la dirección del partido en Barcelona se decantó por Pere Vila, que en estas últimas municipales perdió la alcaldía de Llançà. Vila también es diputado en el Parlament, pero, tal como está el panorama político, no tenía garantizado que en la próxima legislatura continuara en la cámara catalana. En este caso, la intervención de Josep Rull también ha sido decisiva.
