Gulnara, la ‘princesa’ caída en desgracia

La hija del presidente de Uzbekistán, gran benefactora de Joan Laporta, está arrestada por su padre, acusada de corrupción masiva
gulnara kerimova
gulnara kerimova

El candidato a la presidencia del FC Barcelona Joan Laporta tiene una rara y contrastada habilidad para conectar y hacer negocios con delincuentes internacionales. EL TRIANGLE ya ha explicado sus alocadas aventuras empresariales con Berth Milton Junior, el mayor defraudador fiscal de Suecia y exmagnate del grupo pornográfico Private (ver el edición n. 1179). O sus relaciones con el mafioso georgiano George Mikadze, condenado por tráfico de cocaína, a quién dio altas responsabilidades en el Camp Nou durante su etapa de presidente del Barça. Pero su ‘explosiva’ amistad con Gulnara Karimova, la hija del presidente de Uzbekistán, rompe todas las barreras de la amoralidad.

La comida del Vía Veneto
Joan Laporta entró en contacto con el entorno de Gulnara Karimova el 16 de mayo de 2008, en una comida en el Vía Veneto organizada por el intermediario futbolístico turco Bayram Tutumlu. Aquí le presentó a Miradil Djaladov, uno de los «sicarios» de la trama criminal que dirigía la hija del presidente uzbeko, que le propuso de establecer una provechosa colaboración mutua.

En aquella época, Gulnara Karimova -la caprichosa y despótica «hija de papá»- todavía paseaba su glamour por los escenarios más selectos de la jet set internacional. Residente en Suiza, desplegaba una frenética actividad como diplomática (era embajadora de su país ante las Naciones Unidas en Ginebra), diseñadora de moda y de joyas, cantando pop, supuesta empresaria de éxito y mecenas del club de fútbol uzbeko Budyonkor. Disfrutaba de una colosal fortuna personal y el dinero le servían para «comprar» todo tipo de voluntades.

En YouTube todavía la podemos ver cantando Bésame mucho junto a Julio Iglesias. Artistas como Rod Stewart, Sting -que fue duramente criticado en el Reino Unido por haber participado en un concierto en Uzbekistán, país donde los derechos humanos brillan por su ausencia- o Gérard Depardieu aceptaron hacer la «mona» con Gulnara Karimova a cambio de sus dólares manchados de corrupción.

Relación provechosa
Joan Laporta quedó deslumbrado por la riqueza y la belleza de la hija del presidente uzbeko y cayó en su telaraña. No dudó en poner al FC Barcelona a su servicio ni, de paso, en lucrarse con los negocios particulares que le ofreció graciosamente Gulnara Karimova.

Según Bayram Tutumlu -que llevó a Joan Laporta a juicio por el impago de la comisión del 10% apalabrada al facilitarle el contacto con Uzbekistán-, esta relación se tradujo en unos 20 millones de euros, de los cuales sólo 6 millones llegaron a las arcas del club azulgrana. El resto se los embolsaron el despacho profesional de Joan Laporta (10,1 millones) y un puñado de jugadores e intermediarios de su confianza, como Joan Patsy.

Arresto domiciliario
Pero la vida de megastar de Gulnara Karimova se acabó repentinamente en febrero del año pasado. Aprovechando que estaba en Uzbekistán, su padre la hizo detener y, desde entonces, se encuentra en arresto domiciliario. Además, la Fiscalía uzbeka ha iniciado un procedimiento judicial contra su trama de colaboradores, acusados de soborno y de corrupción masiva.

LEE EL REPORTAJE COMPLETO EN LA EDICIÓN EN PAPEL DE EL TRIANGLE DE ESTA SEMANA

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