Tan discreta y prudente que parecía y ahora resulta que Muriel Casals, que preside Òmnium Cultural desde hace más de cinco años, le acaba de dar la patada definitiva a Artur Mas. Quizá no era consciente de ello pero con su anuncio de que Òmnium Cultural sólo apoyará una candidatura a las elecciones del próximo 27 de septiembre donde no figuren ‘políticos en activo’ ha desmontado la estrategia del actual presidente de la Generalitat para continuar siéndolo después de los próximos comicios.
Tal vez no sea tanto culpa de ella como de la periodista que le pidió que aclarara la apuesta de Òmnium por una «lista para la independencia, formada por representantes de la sociedad civil y con el apoyo explícito de los partidos políticos que defienden la creación de un Estado independiente».
Mas es un ‘político en activo’ y es evidente que el resto de ‘políticos en activo’ –Oriol Junqueras, el primero- no aceptarán avalar una lista que los rechaza a todos menos al actual presidente.
¿Quién podría liderar, pues, esta lista sin ‘políticos en activo’? ¿Se estaba proponiendo ella misma para hacerlo? ¿Debemos detectar la mano oculta del vicepresidente de Òmnium Cultural, Vicent Sanchis, detrás de esta maniobra? ¿Pretende Sanchis ser el primer presidente valenciano de la Generalitat catalana?
Visto el lío de propuestas de los últimos tiempos, incluida la pregunta innecesaria de la Asamblea Nacional Catalana a sus socios pidiéndoles si son partidarios de ser partidarios de una candidatura transversal, falta poco para que alguien se atreva a proponer una ‘lista sin personas’.
Y luego se extrañan cuando el Centro de Estudios de Opinión dice que el independentismo se atasca.
