Un centenar de delegados de los cuatro sindicatos que representan a los trabajadores de Catalunya Banc se han concentrado este lunes ante las puertas de la oficina central del BBVA en Barcelona, entidad que ha comprado recientemente el ex caja catalana, para protestar por el anuncio de un nuevo Expediente de Regulación de Empleo que afectará a 2.000 empleados.
Los trabajadores rechazan el recorte de personal que les plantea la dirección del BBVA, y proponen que la reestructuración se haga cubriendo las bajas incentivadas de las dos plantillas. Raquel Puig, secretaria general del sindicato mayoritario en la entidad, el SEC, explica que los representantes del banco hacen caso omiso a las reivindicaciones que les ha trasladado la plantilla de Catalunya Banc. El 10 de julio empezará el periodo de consultas previo a la aplicación del ERE.
Si el BBVA sigue enrocado, los trabajadores de la ex caja catalana advierten que iniciarán un periodo de movilizaciones que podría incluir huelgas parciales. El BBVA, que ha tenido beneficios en el último ejercicio de 2.600 millones de euros, ha comprado Catalunya Banc por 1,1 millones, después que la entidad fuera rescatada con dinero público por 12.000 millones. Este es el tercero ERE que sufre la plantilla, que desde el inicio de la crisis ha pasado de 9.000 a 2.500 trabajadores, si este último se acaba ejecutando.
