Lista de, con, sin o contra el presidente

Ser catalán es una cruz. O vivir en Catalunya y tomarse en serio el debate político-territorial de los últimos años. El famoso ‘proceso’ se ha ido complicando de tal modo que no es sólo que mucha gente haya desconectado por aburrimiento sino que lo ha hecho porque se ha perdido. Es como cuando en una de las recientes versiones de Star Trek, el comandante Spock le espeta al protagonista: «Yo no soy nuestro padre». Si intentas entender el sentido de la expresión pierdes el hilo del resto de la película.

Tengo la impresión de que a muchos catalanes les pasa algo parecido. Ya no saben quién es su padre político. Quedan tres meses para las elecciones autonómicas y ya no se aclaran en qué lista encaja su ideología. Si las elecciones no son para elegir diputados sino para decidir si Catalunya debe ser independiente o no, ¿por qué no lo plantean más claro? Luego se quejan de la pregunta de la consulta interna de Unió Democràtica pero, a estas alturas, ¿cuál es la lista buena? ¿La lista del presidente? ¿La lista ‘con’ el presidente? ¿La lista sin el presidente? ¿La lista contra el presidente?

Jordi Sánchez, que ha venido a poner paz y algo de pachorra al proceso, se apunta a la ceremonia de la confusión con una consulta a los socios de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) que también tiene tela: «¿Quieres que la ANC busque las complicidades necesarias con otras entidades y fuerzas políticas para impulsar una propuesta electoral de la máxima transversalidad, para garantizar el carácter plebiscitario del 27-S que nos lleve a la independencia de Catalunya?»

¿Mande lo qué? Es de aquellas consultas que requieren cuatro respuestas: Sí, No, Abstención y ‘Me lo repita por favor’.

Entre risas y cabreo hemos ido pasando los años. Llevamos casi cinco procesándonos. Ríete de Kafka. Ahora toca que cada uno pase su lista. Oriol Junqueras dice que con 68 diputados es suficiente para proclamar la independencia. Casi mejor que lo haga ahora que entre los suyos y los de CDC los tienen sobrados. Claro que si restamos los diputados de Unió, tal vez los números no cuadren. Artur Mas dice que tiene escondida la DUI por si acaso vienen los «indios».

Sólo faltaría que además de imponer la independencia por decreto obliguen a los catalanes a saludar como lo hacía el comandante Spock. Creo que Polonia debería resucitar a Leonard Nimoy y darle un papel en el programa. Y otro a Raimon. Cuando dice lo que «Yo no soy de los míos, cuando los míos quieren que sea como ellos quisieran y no como saben que soy».

Para que luego digan que ser catalán es fácil.

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