La propuesta del presidente Artur Mas a la ANC, la AMI y Òmnium Cultural para que estas entidades construyan una candidatura por el ‘sí-sí’ es «el último intento», ha dicho el propio Mas, de buscar la máxima unidad de cara al 27-S. El presidente de la Generalitat ha explicado, en una entrevista concedida a TV3 este lunes por la noche, que su prioridad es esta candidatura de unidad por el ‘sí-sí’ con las entidades y la gente y que ni obliga a estas entidades independentistas a promoverla ni él reclama ningún papel en concreto porque, según dice, no quiere ser un problema, si bien se considera «parte de la solución».
El supuesto ‘plan B’ de Mas parece, no obstante, más factible. El presidente catalán ha asegurado que si esa unidad impulsada por la AMI, la ANC y Òmnium no llega a tomar cuerpo, liderará CDC (o la lista que, con otro nombre, impulsen los convergentes) en la cita del 27-S: «Si la unidad no es posible, yo tiraré adelante e intentaré a llevar al país a decidir su futuro». En ese sentido, uno de sus hombres de confianza, Francesc Homs, ha abandonado este mismo lunes su cargo como portavoz del Gobierno para poder dedicar más tiempo, según ha anunciado el propio Mas, a preparar la campaña del 27-S.
Callejón sin salida
El presidente de la Generalitat ha recalcado que las elecciones del 27 de septiembre sólo tienen sentido si son un plebiscito y, preguntado por la posible frustración que pueda generar una derrota del bloque soberanista a las urnas y por el callejón sin salida al que podría conducir a Catalunya, Mas ha respondido que «Si no sumamos, no será porque no se haya intentado». «Churchill decía: «No seremos juzgados por las críticas de nuestros adversarios, sino por las consecuencias de nuestros actos», ha añadido.
«Nos la hemos jugado mucho», ha enfatizado el presidente en relación a las querellas y las imputaciones que han recibido él mismo, la exvicepresidenta Joana Ortega y la consejera Irene Rigau por la celebración de la consulta alternativa del 9-N. Sobre la frontera entre el fracaso y el éxito del ‘proceso’, Mas ha explicado que «para mí, perder es no hacerlo y hacerlo ya es ganar».
