Barcelona no optará, finalmente, a acoger los Juegos Olímpicos de Invierno, una vieja aspiración de la exalcalde Jordi Hereu asumida e impulsada por el anterior alcalde, Xavier Trias.
Este miércoles, después de haberse conocido la destitución de Òscar Grau, director de la candidatura de Barcelona-Pirineo, el flamante primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha declarado que esta candidatura para acoger los Juegos del 2026 no contaba con «un consenso generalizado» y ha señalado que ser la sede de este acontecimiento «no es prioritario para la ciudad».
Pisarello ha esgrimido «el contexto mediterráneo» de la capital de Catalunya y la necesidad de pactar con entidades sociales y deportivas para argumentar el motivo por el cual los Juegos de Invierno no son un «objetivo del gobierno» que encabeza Ada Colau.