«¿Un alcalde se puede dedicar a la gestión diaria y cotidiana? Para eso están los técnicos y los regidores», ha sido el argumento de Bartomeu Muñoz, ex alcalde de Santa Coloma de Gramenet imputado por el caso Pretoria por tráfico de influencias, para delegar la responsabilidad de la supuesta gestión irregular en materia de urbanismo y sacudirse, de paso, cualquier sombra de culpa por haber cobrado comisiones.
El ex alcalde ha repetido, durante la comparecencia de este martes en la comisión parlamentaria que investiga el fraude y la corrupción, que nunca ha recibido comisiones para favorecer los intereses de constructoras determinadas. «En el juicio oral podremos acreditar el error de estas afirmaciones», ha augurado.
El juez considera que Muñoz obtuvo 1,7 millones de euros en comisiones. Fiscalía le pide 6 años y 10 meses de prisión y una multa de 4 millones de euros. El ayuntamiento de Santa Coloma le pide 7 años de privación de libertad por entender que se aprovechó de la condición de alcalde para obtener beneficios por la tramitación de una modificación de planeamiento urbanístico.
Muñoz ha considerado que la gestión del consistorio era la misma que la del resto de ayuntamientos de Cataluña. Sobre el motivo por el cual él está imputado y los otros no, «esta suerte tienen«, ha respondido. A pesar de que la empresa municipal Gamepark gestionaba el 80% del presupuesto del Ayuntamiento, el ex dirigente ha negado que en Santa Coloma haya habido ninguna «burbuja inmobiliaria» porque «no hay espacio». Eso sí, el municipio es, según sus palabras, líder en «escaleras mecánicas y ascensores».
