La convulsión desatada en el seno del PP a raíz de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de marzo está dando lugar a episodios tan excepcionales como el vivido este miércoles en Valladolid, sede de las instituciones de un territorio tradicionalmente plácido para los populares.
José Antonio de Santiago-Juárez, el portavoz de la Junta de Castilla y León, ha cargado contra el ministro de Industria, José Manuel Soria, de quien ha dicho que «ha hecho méritos suficientes o para dimitir o para ser cesado».
En la comparecencia posterior a la reunión del ejecutivo castellanoleonés, ha atacado la gestión de Soria en cuanto a los problemas que afectan las cuencas mineras y le ha culpado de haber «destrozado» el PP canario. Además de calificarlo de «arrogante» y de poco sensible con los intereses de Castilla y León, ha indicado que «Donde no hay minas es en Canarias, y aquí el PP sí que ha perdido el 50% de los votos». Allí, de hecho, los populares son la tercera fuerza, superada por Coalición Canaria y el PSOE.
Esta misma semana, a raíz del declive electoral del PP, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha atribuido la pérdida de votos a la gestión que ha hecho Soria del conflicto con la minería.
Además, Herrera ha sugerido al presidente español, Mariano Rajoy, «mirarse al espejo», y responderse si tiene que presentarse a la reelección.
