Àngel Ros volverá a ser reelegido alcalde de Lleida, pero no porque haya conseguido el apoyo de otros grupos políticos, sino porque el convergente Toni Postius ha sido incapaz de encontrar aliados para sustituirle. Si no hay una sorpresa de última hora, en el pleno del 13 de junio próximo, Àngel Ros saldrá reelegido en minoría con los únicos votos de los 8 concejales socialistas.
En las elecciones del pasado domingo, el socialista Ros perdió la mayoría absoluta con la cual ha gobernado las dos últimas legislaturas, al pasar de 15 concejales a sólo 8, pero esta derrota no lo enviará a la oposición porque los rivales no han conseguido construir una mayoría alternativa. Ciutadans y PP han anunciado que votarán a sus respectivos candidatos y que, de ninguna de las maneras, apoyarán que un «independentista» como Postius consiga la vara de alcalde.
La alcaldable de Ciutadans, Ángeles Ribes, que ha conseguido entrar a la Paeria con 4 concejales, ha dejado claro que no posibilitarán el acceso de Postius y que su decisión es la de quedarse en la oposición.
En las últimas municipales, el PSC obtuvo 8 concejales; CiU, 6; C’s, 4; ERC, 3; Crida per Lleida-CUP, 2; PP, 2; y el Comú de Lleida, 2.
Ángel Ros ha avanzado que piensa gobernar en minoría, con acuerdos puntuales con otros grupos. Para conseguir estas mayorías puntuales, Ros tiene tres posibilidades: buscar acuerdos con CiU; con el frente de izquierdos independentista formado por ERC, CUP y Comú de Lleida; o por el frente de derechas españolista de Ciutadans y PP.
