Rafael Español, expresidente de La Seda de Barcelona, no ingresará en prisión pese a haber admitido el saqueo de esta emblemática empresa química catalana y a pesar de que la Fiscalía había solicitado inicialmente que se le condenara a 27 años y medio de cárcel por delitos de apropiación indebida, fraude fiscal y falsificación de documentos.
Finalmente, la Fiscalía y Español han pactado y el empresario, una figura al servicio del llamado sector negocios de Convergència, ha sido condenado a un año y once meses de cárcel y tendrá que pagar una multa de casi 703.000 euros por el desvío de 12,2 millones.
La Fiscalía ha rebajado su petición inicial basándose en los atenuantes de una dilación indebida en el procedimiento y en que los acusados han pagado parte de las cantidades exigidas en concepto de responsabilidad civil. Asimismo, Español y su colaborador en el desfalco, Antonio Comadrán, que también recibe una pena mínima, han abonado a Hacienda el dinero defraudado cuando mandaban en La Seda.
Español no tiene antecedentes penales, por lo cual lo más probable es que no tenga que entrar en prisión, lo mismo que sucede con el resto de miembros de la cúpula de La Seda implicados en la trama delictiva.
