El impulso de la oposición al Gobierno andorrano servirá para poner en marcha una comisión de investigación en el Parlamento del Principado sobre las responsabilidades en la intervención de la Banca Privada de Andorra (BPA).
A la iniciativa del Partido Liberal se han sumado todas las fuerzas excepto Socialdemocràcia i Progrés, que considera que se trata de «un simulacro». También se ha adherido a última hora el partido Demócratas por Andorra, la formación del jefe de Gobierno, Toni Martí.
Proteger con «vigilancia» el «buen nombre» de la plaza financiera del país de los Pirineos es un objetivo principal de la comisión, que está previsto que se celebre las próximas semanas a puerta cerrada.
Mientras tanto, la sesión de control de este jueves en el Parlamento andorrano será prácticamente monográfica sobre la BPA.
Por otro lado, según publica Diari d’Andorra, PricewaterhouseCoopers ha terminado un primer informe elaborado sobre 600 cuentas corrientes de la BPA para analizar hasta qué punto la entidad tenía cuentas dudosos. El resultado es que estas cuentas problemáticas representan un porcentaje insignificante.
El mismo diario publica que entre finales de mayo y principios de junio, según las previsiones del Gobierno andorrano, la Agencia de Reestructuración de Entidades Bancarias (AREB) puede empezar a decidir el destino de la BPA.
