Artur Mas ha vinculado públicamente el destino del proceso soberanista a la reelección de Xavier Trias como alcalde de Barcelona. En el acto de inicio de campaña de este jueves ha declarado que «Para un Gobierno que no tiene las cosas fáciles, tener al alcalde de Barcelona al lado es no sólo una necesidad, sino un lujo muy grande que no podemos perder». Y ha insinuado que Catalunya no saldría adelante si el Ayuntamiento de su capital estuviera «instalado en la crítica, en vez de ser un buen aliado de todo el país y su Gobierno».
El presidente de la Generalitat ha cargado contra aquellos que «van de progres» y las fuerzas emergentes «que sólo saben criticar», contraponiendo la «capacidad de diálogo» y «el progreso» que atribuye a Trias.
Además, echando la vista atrás, ha indicado que «no hay política más antisocial que la que se ha hecho de generar deuda». El acto tenía lugar a Horta-Guinardó , feudo tradicionalmente de izquierdas.
Trias ha aceptado el bautizo como alcaldable del proceso soberanista: «Barcelona hace la apuesta de ser la capital de Catalunya. Y hay quién dice que se tiene que abatir a Trias por ello. ¡Pero no callaremos! Estaremos junto al presidente de la Generalitat y del Parlamento para convertir a Catalunya en un país más libre y avanzado!». «No hagáis caso de las encuestas, volveré a ser alcalde», ha asegurado.
Según el CIS, la confluencia de izquierdas Barcelona en Comú, encabezada por Ada Colau, ganaría las elecciones a la alcaldía de Barcelona con 11 regidores. En cambio, los resultados del mismo sondeo dejan a Trias con 8 regidores después de haber gobernado la capital de Catalunya con 14.
