Al día siguiente de haber alborotado el gallinero mediático, mostrándose partidario de debatir si hay que sancionar a los medios de comunicación que publiquen filtraciones de investigaciones judiciales en curso, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, se ha echado atrás.
Durante un almuerzo informativo celebrado este jueves por la mañana, ha negado que el Gobierno tenga «ninguna propuesta» para sancionar a medios de comunicación.
El ministro ha explicado que se refería a «la necesidad de garantizar la presunción de inocencia, el derecho a un proceso justo» y que «no hice ninguna propuesta de sanción ni nada que se le parezca».
Sus polémicas palabras de este miércoles, si embargo, apuntaban literalmente hacia otro lado: «Podríamos someter a debate y a reflexión dónde hay que poner los controles: si en la transmisión de información o en el medio que la publica«, declaró. «Lo hemos tomado en consideración pero nos ha faltado arrojo para llevarlo adelante en este momento», dijo también.
El alud de críticas a Catalá ha sido considerable, también desde la prensa conservadora de Madrid, más cercana al PP. El Mundo, por ejemplo, abre su editorial indicando que «Ayer fue el día en el que un ministro del Gobierno de España abrió la puerta a resucitar la censura«.
