«Han habido medios de comunicación, que no quiero citar, porque… ¿entonces?, pero deducirán, que dijeron que la casa que me compré en Vallromanes, había hecho yo, previamente, como consejero de Obras Públicas, una recalificación. Que han dicho que ¿yo he sido? Bien. Usted me preguntará el porqué. No lo sé. ¿Yo puedo? Sí. En los inicios, durante una etapa, eran, de alguna manera, ataques, bien, de decir: «Escucha, aquí hay un punto de debilidad; intentémoslo aprovechar». Después, en los últimos tiempos, ha sido más, digámoslo así, de fuerzas venidas de más allá… de más allá del Ebro que, a través de informes, y de acusaciones infundadas, pues, han intentado hacer esto». Son palabras del consejero Felip Puig pronunciadas en la comisión de investigación sobre corrupción y fraude fiscal.
Servidor fue quien escribió, y firmó, el 14 de marzo de 2005, un reportaje sobre la casa de Felip Puig en Vallromanes. En la revista EL TRIANGLE, que es la que el consejero no se quiso rebajar a citar. Y por lo tanto escribo este artículo por alusiones. Como mínimo en este caso, Puig miente. O tergiversa deliberadamente la realidad, que viene a ser el mismo. Sólo hay que repasar la hemeroteca para constatarlo.
En esencia, la mentira consiste en decir que se le atribuye una recalificación de terrenos que él no hizo, cuando nunca se le atribuyó ninguna recalificación, que efectivamente no tuvo lugar entonces. En ningún momento del artículo se utiliza esta palabra.
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