El consejero de Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, se han reunido para tratar de la posibilidad de retrasar las elecciones al Parlamento de Catalunya que el presidente Artur Mas dijo que convocaría para el próximo 27 de septiembre. Cuando el presidente de ERC, Oriol Junqueras, comentó que no descartaba que las elecciones autonómicas se hicieran más tarde de lo que anunció Mas no hablaba porque sí. Conocía los contactos Homs-Rovira y, a pesar de su desmentido posterior, en ERC dan por hecho que Mas intentará alargar al máximo su mandato, después de obtener el apoyo republicano para los presupuestos de 2015.
Los contactos a alto nivel entre CiU y ERC se hacen al margen de Junqueras. Artur Mas y Francesc Homs no lo soportan y prefieren negociar con Marta Rovira que con él.
La decisión de retrasar las elecciones no se tomará hasta después de las elecciones municipales pero parece cantada. Sólo un resultado electoral muy bueno para las dos formaciones conllevaría el mantenimiento del compromiso de Mas. Pero este resultado no es nada seguro. CiU cuenta con mantener las alcaldías de Barcelona y Girona y, quizás, arañar las de Tarragona y Lleida. Además, CiU y ERC dan por hecho que se repartirán las alcaldías de gran parte de Catalunya, salvo las del área metropolitana, que continuarán fuera de su alcance. Incluso peligra la continuidad de Junqueras como alcalde de Sant Vicenç dels Horts. Si los resultados no son demasiado brillantes, Artur Mas «pasará a otra pantalla».
El argumento que contemplan Homs y Rovira para retrasar el calendario electoral previsto es que esos resultados aconsejen tomarse unos meses para construir un nuevo pacto de cara a las autonómicas. Un nuevo pacto que conllevaría recuperar la idea de una candidatura única «de país». Y, muy probablemente, sin Mas ni Junqueras al frente de ella.
Convencer a la Assemblea Nacional Catalana y a Òmnium Cultural no se ve como un problema. Las dos entidades exigieron que las elecciones al Parlamento se hicieran, a más tardar, tres meses después de la consulta del 9N. ¡Ya han pasado cinco meses y no se las ve especialmente preocupadas!
