Hace semanas que se conocen las puntuaciones del concurso para la adjudicación del transporte sanitario en Catalunya, el resultado provisional -y esperado- de la concesión del contrato más importante del segundo mandato de Artur Mas al frente de la Generalitat. Pero no consta que la adjudicación definitiva de los contratos, que totalizan 2.000 millones de euros, se haya decidido todavía. Los plazos para efectuarla están a punto de expirar, excepto si se justifica que se tengan que alargar por un supuesto de circunstancia excepcional que tampoco consta.
El CatSalut dice que la clasificación final no está terminada y que necesita más tiempo para resolver la licitación. Según Economía Digital, se prevé que lo haga la próxima semana. Las dilaciones han sido una constante, después de que se anunciara que la licitación se terminaría a finales de año y, posteriormente, en enero.
Un sector en tensión
Mientras tanto, la falta de información añade tensión al sector de las ambulancias, afectado por los impagos de la Generalitat. Particularmente entre las empresas que se verán, a buen seguro, apartadas por las concesiones de los contratos, obtenidos por la multinacional danesa Falck, y también por Transport Sanitari de Catalunya (TSC) y Egara, las tres ganadoras, según el resultado provisional conocido en enero.
A los sindicatos y las empresas que no aparecen como ganadores les extrañan los retrasos en un proceso de interés público sobre el cual, oficialmente, se esconde información: la mesa de contratación no quiere facilitar los detalles de las ofertas ganadoras y las especulaciones y los cálculos se disparan.
