Panrico «hace lo que le da la gana». Una docena de trabajadores y extrabajadores de la empresa de pastelería industrial de Santa Perpetua han comparecido este miércoles en el Parlament para informar que la dirección de Panrico «se ha pasado por el forro» aquello que habían ganado en los tribunales: el viernes despidieron a 23 personas, dos de las cuales forman parte del mismo núcleo familiar. Ya son 158 trabajadores despedidos desde el inicio del plan de viabilidad que dirige el ‘liquidador’ Carlos Gila.
No es el único incumplimiento. Los despidos, explican, han ido precedidos de contrataciones «precarias que salen mucho más baratas a la empresa» y de la externalización del servicio de logística, donde trabajaban la mayoría de despedidos. Denuncian también que la fábrica de Santa Perpètua de Mogoda no mantiene la línea de producción y sospechan que la quieren deslocalitzar.
El consejero Felip Puig, a quien acusan de alinearse con la dirección de la empresa, y el sindicato mayoritario en el centro, CCOO, se han llevado la mayoría de palos. «El comité de empresa de CCOO se sigue riendo de nosotros. Todos teníamos puesta nuestra confianza en CCOO, hacía 30 años que militábamos, y nos han dado un portazo en los morros». «CCOO busca el beneficio propio. No les preocupan los despidos. No se preocupó durante la huelga. CCOO no ha ayudado, ha puesto todos los palos en las ruedas que ha podido. Ha firmado un ERE que no habían aceptado los trabajadores. Nos han chantajeado para negociar con la empresa libremente. Han hecho tantas cosas que todos estamos en contra», han denunciado.
«Puig, no pararemos. Seguiremos hasta que él pague las consecuencias. Nos ha maltratado, él, la empresa y los sindicatos», ha dicho uno de los trabajadores despedido, quien, además de exigir una reunión con el consejero, le ha pedido «que aplique las sanciones a la direcció por saltarse las prohibiciones durante la huelga».
