El grupo Prisa, con su presidente ejecutivo, Juan Luis Cebrián, al frente, no encuentra la manera de frenar una caída que, en la última década, ha hecho perder casi la mitad de la difusión a El País.
El giro a la derecha del principal diario español surgido durante el régimen monárquico-constitucional de 1978, dirigido desde 2014 por Antonio Caño, no ha sido, ni por asomo, un revulsivo en términos de ingresos, difusión y publicidad. Al contrario: la captación de lectores conservadores no ha compensado la pérdida de confianza de los tradicionales lectores, más progresistas.
El año pasado, los números de Prisa reflejan que la influencia de su cabecera estrella no es, ni mucho menos, tan excepcional como fue en los 80 y 90: ha perdido un 11,1% de difusión. Además, el mismo año, El País facturó un 5,2% menos con la publicidad e ingresó un 6,7% menos que el 2013.
El informe anual de cuentas del grupo editorial, enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), indica que el líder de la prensa generalista estatal hizo circular 32.450 ejemplares menos en 2014. En la última década, la difusión de 469.000 ejemplares se ha reducido hasta los 259.000.
