Camps y Ros se tiran los trastos a la cabeza

Ella le acusa de irregularidades y represalias; él a ella, de vengarse por su destitución
angel ros marta camps
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El conocido enfrentamiento entre Àngel Ros y Marta Camps ha adquirido una hostilidad formal nunca vista a partir de la destitución de ayer, cuando quedan tres meses para las elecciones municipales.

La ex primera teniente de alcalde de Lleida ha anunciado este viernes que ha informado a la Justicia de supuestas irregularidades de Ros y su equipo de Gobierno -del que ella formaba parte- en el pago de dietas, sueldos y complementos y en contrataciones. Entre estos gastos ha especificado uno de más de 36.000 euros en «fulares y corbatas de diseño» y otro de 12.000 euros en un viaje a Hannover, y ha mostrado facturas de protocolo que juzga excesivas.

El paer ha negado las acusaciones y considera que Camps se está vengando por su destitución. Camps dice haber sufrido durante el último año y medio «presiones», «ostracismo» y un «linchamiento» por haber denunciado las supuestas irregularidades, periodo en el cual Ros explica que ha perdido su confianza en ella, hecho con el que ha motivado la destitución.

Asimismo, Camps ha apuntado que el paer la quiere destruir progresivamente y que ha aprovechado que EL TRIANGLE publicó una información que vincula a la familia de la exregidora con la concesión a un empresario de la trama Gürtel para echarla, lo que ella considera una represalia por no renunciar a entrar en la lista del PSC de las próximas elecciones municipales. Camps, además de negar la veracidad de la noticia, ha llegado a decir en un comunicado que «todos los indicios apuntan, ahora más que nunca, haber sido preparada y fabricada ad hoc para justificar la destitución de mis responsabilidades públicas».

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