La pobreza energética, que según un estudio del 2014 elaborado por la Asociación de Ciencias Ambientales acelera cada año la muerte de 1.200 catalanes, más que los accidentes de tráfico, es en parte consecuencia del IVA que se paga en España, que supera en tres puntos la media de la Unión Europea.
Una muestra de 21 países de la UE sitúa este impuesto en un 18% de media, según la Agencia Internacional de la Energía. Reino Unido, con un 5%, es el país con menor imposición. Italia, 10%, Grecia, 13%, Irlanda, 14%, Francia, 18% o Alemania, 19% también están por debajo del tipo español. Por encima del 21%, Dinamarca y Suecia, con un 25% y el tope, Hungría, con un 27%.
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