Los imputados por el caso de las tarjetas black de Caja Madrid que han empezado a desfilar este lunes por la mañana por la Audiencia Nacional ha sido recibidos por las protestas -«¡ladrones!», «¡sinvergüenzas!»- por un grupo de preferentistas.
Una vez dentro, durante su comparecencia, han señalado al exdirector de la entidad Miguel Blesa como el artífice de los gastos personales cuando han declarado que fue él quién cambió los criterios de las polñemicas tarjetas, de gastos de personal a gastos personales incluidos en la retribución.
Juan José Azcona y Ridolfo Benito (de CCOO), sin embargo, han sostenido que pensaban que su tarjeta black era para hacer gastos de representación. La mayoría de los imputados -suman 27- han indicado que el propio Blesa definía el límite de gasto de cada tarjeta en función del cargo del beneficiario. Los imputados han explicado que entendieron que era Caja Madrid quién justificaba aquellos gastos ante Hacienda y han confirmado que era «uso y costumbre» utilizar las black meses después de desvincularse de Caja Madrid.
La Fiscalía Anticorrupción reclama fianzas civiles para los imputados por un importe igual al gasto de cada uno más un tercio adicional, previsto legalmente.
