La icónica imagen de Rodrigo Rato celebrando la salida a Bolsa de Bankia haciendo sonar una campana y brindando con una copa de champán ha desembocado, de momento, en una fianza de 800 millones de euros.
La ha impuesto, en concepto de responsabilidad civil, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y tienen que depositarla solidariamente, en un plazo de un mes, entre Bankia, BFA (matriz de la entidad), el propio Rato y los exdirectivos Francisco Verdú, José Manuel Fernández Norniella y José Manuel Olivas.
El juez Andreu cree que pueden haber cometido un delito de falseamiento de información financiera en los folletos dirigidos a inversores minoristas: apunta que la veracidad está cuestionada con indicios «sólidos y fundados».
Una prueba pericial practicada por técnicos del Banco de España, según el parecer del juez Andreu, expone «con total rotundidad» que los estados financieros contenidos «no expresaban la imagen fiel de la entidad».
Los 800 millones de fianza, recuerda el juez, pueden variar según como evolucione el proceso.
