Jordi Pujol ha expuesto en sede judicial este martes otra versión sobre el origen de su patrimonio oculto en el extranjero. El ex presidente de la Generalitat, que ha evitado responder a la Abogacía del Estado ya las acusaciones populares y sólo ha dado respuestas a su abogado y a la Fiscalía, explicó detalles que dejan atrás el negocio del algodón de posguerra y el legado de su padre, Florenci Pujol, como explicaciones del origen del dinero alegadas anteriormente. En concreto, ha atribuido a las buenas inversiones el gran incremento del legado de su padre (de 140 a 540 millones de pesetas) y señaló al ex directivo de Banca Catalana Delfí Mateu, fallecido hace 22 años, como el artífice. Fuentes de la causa citadas por Vozpópuli interpretan que los Pujol están intentando ganar tiempo dilatando el procedimiento.
Pujol ha abandonado la Ciutat de la Justícia poco antes de las 13 horas después de más de dos horas en sus dependencias, en las que ha declarado como imputado por delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales ante la titular del juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona, Beatriz Balfagón.
Pujol y su esposa, Marta Ferrusola, que no han hecho declaraciones, han accedido a los juzgados sobre las 10.15 horas acompañados de abucheos, algo que se ha repetido cuando han salido protegidos por un pequeño cordón policial y escoltados hasta que han accedido al coche oficial que les esperaba.
El exMolt Honorable ha tenido que escuchar gritos de «chorizo», «ladrón» y «devuelve el dinero» y expresiones como «qué humillación» por parte de una veintena de personas.
