38 llamadas telefónicas y un centenar de mensajes SMS intervenidos e incluidos en el sumario del caso de las ITV confirman las sospechas sobre el cobro de comisiones ilegales por parte de Oriol Pujol y algunas de las conversaciones salpican al presidente Artur Mas.
El 5 de enero de 2011, Oriol Pujol explicaba por SMS a su amigo, el empresario Sergi Alsina: «Sergi, ya he hablado con Manel Lao hijo. También he hablado con Mas y puede que llame a alguno de los dos Laos». La gestión, días más tarde, parecía haber sido un exitoso: «A ver, Artur habló con Manel padre, ¿vale? Manel le transmitió la sensación de que bueno, de que sí, que les podría interesar… Que podían ver incluso alguna complementariedad con el tema industrial». Según Oriol Pujol, Mas decía que, como Gobierno, tenían interés en ver la operación culminada.
Durante el mes de abril de hace cuatro años, Alsina solicitaba «un agujero tentativo en la agenda del presidente» y, días más tarde, Oriol Pujol decía: «Es un poco justo, 17 de mayo, 13.30. Sharp. Presidente». Las referencias a Mas en las comunicaciones incluidas en el sumario son múltiples. El 30 de mayo de 2011, por ejemplo, Alsina preguntaba a Pujol: «¿Has podido comentar con Mas el resumen de la operación que te di el viernes? Llámame cuando tengas info de la comida». Al cabo de una semana, Alsina parecía encantado de haber mantenido, supuestamente, una reunión con Mas: «Oriol, ya hemos estado con Mas. Creo que ha ido muy bien. Nos pregunta si hemos informado a Mena. Deberemos hacerlo a partir de ahora. ¿Sugerencias?». Se refería a Francesc Xavier Mena, consejero de Empresa y Ocupación en aquel momento.
El 3 de junio del 2011, Sergi Alsina remitió otro mensaje a Oriol Pujol donde decía: «Cuando sepas qué momento de martes podemos vernos con Mas terminaré de organizar la agenda». El uso de la influencia política de Oriol Pujol es la clave de este caso. La Justicia sospecha que el hijo del expresidente de la Generalitat y exsecretario general de CDC obtuvo, a cambio de su mediación, recompensas económicas que se camuflaron como falsos trabajos de su esposa, Anna Vidal.
Por otro lado, es particularmente significativa la ausencia de conversaciones telefónicas entre Alsina y Vidal, a quien supuestamente el empresario encargó trabajos de asesoría, en contraste con el gran intercambio de mensajes entre Alsina y Oriol Pujol, apunta el fiscal en su informe.
El «esperpéntico» consejero Gordó
Según explica Sergi Alsina a Oriol Pujol en estas comunicaciones, Germà Gordó, actual consejero de Justicia, que ha negado ante la Justicia conocer Alsina, quería reunirse con él para conocer de primera mano la operación de Sharp, que forma parte de una derivada del caso de las ITV por la cual Oriol Pujol y Alsina están también imputados.
Los dos apuntan que Gordó buscaba protagonismo, algo que Pujol consideraba «esperpéntico». Gordó y Mas, según las conversaciones de los dos amigos, quedan señalados como interlocutores del controvertido proceso de reconversión de Sharp.
