Juan Rosell ha revalidado recientemente, con una ajustada victoria en la votación, la presidencia de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y tiene que configurar su equipo para liderar la gran patronal española. Pero la situación de uno de sus vicepresidentes desde 2010, Joan Gaspart, es hoy por hoy muy comprometida.
Después de haber presentado este año concurso de acreedores y un ERE que puede afectar a más de 300 personas, su grupo hotelero Husa acabará 2014 y empezará 2015 a la búsqueda desesperada de un socio capitalista. Gaspart, que todavía preside el Comité Ejecutivo de Turisme de Barcelona, necesita 1,5 millones de euros para remendar la tesorería y superar el trance del bloqueo de la financiación por parte de entidades bancarias, resultante de la presentación del concurso.
Husa ha tenido que renunciar a varios hoteles, entre ellos el Joan Carles I porque no podía pagar el alquiler, y la lista se alargará con el Illa Husa de Barcelona y el Puerta Husa de Zaragoza. Según fuentes del mundo financiero consultadas por Vozpópuli, antes de la eventual entrada del socio salvador del grupo de Gaspart los acreedores tienen que aprobar el proyecto de convenio de Husa. La misma información apunta que los 2.900 acreedores que, aproximadamente, totaliza Gaspart sólo podrán cobrar si aceptan quitas de la deuda.
Vicepresidente black
Si Gaspart no repite en la CEOE, caerá otro de los vicepresidentes de Rosell. En octubre, Arturo Fernández renunciaba a su silla después de quedar salpicado por el asunto de las tarjetas black de Caja Madrid. Fernández, que también ha abandonado la presidencia de la patronal madrileña CEIM este mes de diciembre, ha sumado un amplio abanico de escándalos además de este: desde fotos en el apartamento del pequeño Nicolás hasta supuestos pagos con dinero negro a sus trabajadores y deudas millonarias.
