El banco brasileño BTG vendió el mes pasado al fondo francés Ardian por casi 150 millones su participación de un 65% de las autopistas Tabasa (túneles de Vallvidrera) y Túnel del Cadí que había comprado dos años antes por 60 a la Generalitat. Ante este negocio privado fruto de una venta de patrimonio público, el PSC ha acusado, este miércoles de plenario, al Gobierno catalán de haber gestionado mal sus recursos y ha pedido responsabilidades. Lejos de asumirlas, el consejero Mas-Colell ha puesto la venta como ejemplo de buen negocio para la empresa privada, a quien ha animado a invertir en Catalunya.
«Plusvalías inexplicables… o es que esta concesión valorada a la baja iba ligada a la externalització de Aguas Ter-Llobregat –donde el banco brasileño tiene participaciones-. El primer concurso fue declarado desierto por el Gobierno, y en un segundo hacen una adjudicación que le permite al banco ganar beneficios más allá de lo normal», ha acusado el diputado socialista Jordi Terrades.
«2012 fue un año dificilísimo y a la Generalitat le tocó vender edificios y concesiones. Hubo un proceso de subasta en que sólo se presentó un participante, que la ganó. A este comprador le ha ido bien la inversión. A mí no me sorprende. Invertir en Cataluña es una buena opción económica. Y que esto sirva para que sean menos tímidos a la hora de invertir en Catalunya», ha replicado Mas-Colell.