La posición de la exvicepresidente de España, exministro de Fomento y expresidente de Asturias Francisco Álvarez-Cascos es de lo más delicada en el caso Gürtel. Tres trabajadores de Aena, entidad pública que gestiona los aeropuertos y la navegación aérea en el Estado, han expuesto ante el juez Pablo Ruz irregularidades en contrataciones y han denunciado presiones para contratar a determinadas empresas de la trama corrupta entre 2000 y 2002, durante la etapa de Álvarez-Cascos al frente del ministerio.
Álvarez-Cascos, que fue secretario general del PP durante diez años (1989-1999) coincidiendo con el auge del partido y uno de los hombres fuertes de José María Aznar, se pretende lavar las manos atribuyendo a la etapa de su antecesor en Fomento, Rafael Arias-Salgado, la consigna de contratar con la red corrupta engordada a la sombra de los gobiernos del PP.
Los testigos, según la SER, han relatado que trabajos otorgados a diferentes empresas adjudicatarias los ejecutaban siempre las mismas personas y que a menudo aparecía Francisco Correa, jefe de la trama, y han señalado a Ángel López de la Mota y José María Gavari como los responsables que designaban las empresas a contratar basándose en un informe técnico amañado. Ambos fueron contratados por el jefe de prensa de Álvarez-Cascos, según las declaraciones de estos trabajadores de Aena.
Las contrataciones ofrecían estands de una calidad «ínfima», según un testigo, y Aena participaba en un número de ferias cada vez mayor, algunas insólitas, ha explicado otro.
