Siguiendo el símil de ‘el árbol segado, la rama que cae y, en consecuencia, arrastra a todos los nidos’, que hizo el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en la comparecencia en el Parlament para explicar su autoinculpación como evasor fiscal, el catedrático en ciencia política Carles Ramió, ha recomendado a los partidos políticos «más grandes» que «si no cortan las ramas, los árboles se pudren». «Que vayan podando las ramas y reconozcan a sus culpables, sino lo hacen no sé como aguantarán«.
Ramió ha insistido en la idea de hacer limpieza: «Si los grandes partidos no piden perdón y no cambian las caras de sus principales líderes acabarán desapareciendo». El catedrático, que ha comparecido este lunes en la comisión parlamentaria que investiga el fraude fiscal, ha considerado que hay que financiar mucho mejor a los partidos políticos y retribuir con más dinero a sus líderes, pero «es fundamental que rindan cuentas, hay que establecer un sistema de transparencia para saber en qué se gastan hasta el último euro», ha dicho.
Tirón de orejas a medios, la OAC y la Sindicatura
Ramió ha crítica el «silencio clínico» sobre la corrupción que ha habido durante años en Cataluña y ha señalado a los partidos políticos «que no se han controlado bastante entre ellos, seguramente porque ya les ha interesado», a los medios de comunicación, porque «ninguno ha destapado ni un solo caso de corrupción: parece que en este país no haya periodismo de investigación», y la Oficina Antifraude y la Sindicatura de Cuentas «que no han sido capaces de descubrir ni un caso de corrupción».
El catedrático ha recomendado recuperar el acceso meritocrático en la función pública como uno de los puntos claves para dotar al sistema público de «más fuerza». «Casi el 80% de los funcionarios municipales no han entrado por méritos, en igualdad de condiciones. En la Generalitat la cifra es del 40 o el 50%. Nos ha encantado reclutar a funcionarios dando voces», ha apuntado.
