El Whatsapp de Legaz y la siesta de Arturo Fernández

Surgen nuevas perlas del vodevil del 'pequeño Nicolás'
jaime garcia legaz
jaime garcia legaz

En las últimas horas, han aparecido evidencias de la estrecha relación de Francisco Nicolás Gómez Iglesias con dos destacadas figuras públicas. Por un lado está el presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, quién echó una siesta en el chalé que el joven disfrutaba en el barrio de El Viso. Por otro, ha trascendido el intercambio de mensajes vía Whatsapp entre el ‘pequeño Nicolás’ y Jaime García-Legaz, revelado por El Confidencial.

Los VIP contactados por el polémico joven están preocupados por la posible existencia de vídeos que probarían los tratos alcanzados en el citado chalé de El Viso, asegura Eldiario.es. El mismo digital ha publicado la foto de Fernández dormido en el sofá de Francisco Nicolás. Una portavoz del jefe de los empresarios madrileños ha reconocido la presencia de Fernández allí para «dar una charla a jóvenes amigos de Nicolás sobre espíritu empresarial». «Un encuentro ingenuo, no de negocios», ha especificado.

Como amigos
En cuanto a las comunicaciones con el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ponen de manifiesto un contacto habitual y directo entre ambos que le habría servido al joven para ascender socialmente, hasta lograr altas instancias políticas y económicas, y territorios como el palco del Santiago Bernabéu. El Confidencial ha publicado tres de esas comunicaciones, en las cuales queda clara la proximidad entre los interlocutores. En una de ellas, el ‘pequeño Nicolás’ bromea diciendo que ha soñado con él y García-Legaz responde que eso quiere decir que le harán ministro. En otra, el joven dice que tiene que explicarle muchas cosas y el secretario de Estado responde que si son modelos que le quieren conocer, que «lo imaginaba».

García-Legaz ha admitido que le conoció antes de asumir su cargo en Comercio, cuando se encargaba de la Secretaría General de FAES, pero sólo ha reconocido haber coincidido con él, muy brevemente, en un encuentro en un bar para responder, supuestamente, a la insistencia del joven. Suficiente, parecer ser, como para firmar una carta de recomendación para que pudiera estudiar a la Instituto de Empresa, como destapaba esta semana Vozpópuli.

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