Roberto Rivas, el bombero gallego sancionado hace unas semanas por negarse a desahuciar a una abuela, ha vuelto a desobedecer el ordenamiento, este jueves, después de subir, junto con otros activistas, a la azotea de una vivienda de A Coruña para evitar que la familia que vive fuera desahuciada.
Medio centenar de activistas de Stop Desahucios y vecinos se han solidarizado con los afectados: una abuela, su hijo y su nieto, que han acabado para abandonar la vivienda voluntariamente. El desalojo ha movilizado casi a un centenar de agentes, según informan varios medios gallegos, entre policía nacional y local.
Durante las negociaciones y el desalojo se han gritado consignas como: «Elviña, nuevo Gamonal», «Elviña no se vende» o «Resistencia». Las máquinas excavadoras ya trabajan en el exterior de la vivienda.