Carlos Fabra tiene cinco días a partir de este miércoles para ingresar voluntariamente en prisión, una vez el Consejo de Ministros se ha negado a concederle el indulto.
El mandatario castellonense del PP cumplirá cuatro años de cárcel por haber estafado a Hacienda unos 700.000 euros entre 1999 y 2003. Este es uno entre muchos escándalos que han envuelto a la controvertida figura del expresidente de la Diputación de Castellón, quien, si todo va como se espera, acabará privado de libertad un año después de la condena, dictada el 25 de noviembre de 2013. Además, tendrá que pagar 1,4 millones de euros en concepto de multa e indemnización.
Fabra, que comparece en el juzgado este miércoles y puede elegir centro penitenciario, presentó un recurso de amparo al Tribunal Constitucional que está pendiente de resolución. En principio no tendría que suspender su ingreso, aunque tampoco es imposible.
Era considerado «un ciudadano y político ejemplar», según la descripción de Mariano Rajoy de 2008, pero ahora ya no recibe apoyos dentro del PP y abandonó la militancia. Sólo sus correligionarios más cercanos de Castellón han pedido firmas para intentar salvarle.
