Icono del sitio El Triangle

Los cruceros embadurnan la Barceloneta

Título de la imagen

Título de la imagen

Madrid celebró en octubre pasado la mayor feria de los cruceros de vacaciones, la International Cruise Summit, un sector turístico que el año pasado movió más de veinte millones de turistas en todo el mundo y que en España generó 1.250 millones de euros de gasto directo. La oferta de esta modalidad de turismo se concentra en otoño, pero hay puertos, como el de Málaga, que están dispuestos a bajar sus tasas para alargar el negocio todo el año.

Las ventas para este tipo de vacaciones se han incrementado un 22% en el último año, según datos del portal Idealmedia. Hay webs de ocio que ofrecen hasta 3.000 rutas marítimas en todo el mundo, pero las más solicitadas son las del Mediterráneo. Y el principal puerto de partida es el de Barcelona, que ha pasado de los 600.000 cruceristas el año 2000 a los 2,6 millones en 2013. El 18 de mayo 2014, la ciudad superó el récord anual de cruceristas en un día, con la llegada de siete barcos que transportaban 31.600 personas. El aumento del tránsito de estos grandes barcos ha provocado que el puerto de la capital catalana tenga, según denuncia Ecologistas en Acción, «graves problemas de contaminación del aire. Esta entidad, junto con la Federación de Vecinos de Barcelona (FAVB) y la Unión para la Conservación de la Naturaleza y la Biodiversidad, han analizado los gases que emiten los cruceros en la terminal del puerto y han detectado «niveles elevados de partículas en suspensión, componente cancerígeno clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) cómo de nivel 1, el más alto de la escala».

Los ecologistas explican que los cruceros funcionan con fueloil pesado, que contiene hasta 3.500 veces más azufre que el diesel que utilizan automóviles y camiones. La combustión de este aceite residual emite altas cantidades de contaminantes tóxicos en el aire, como el dióxido de nitrógeno, el dióxido de sulfuro y otros hidrocarburos considerados «peligrosos». Un crucero mediano, con capacidad para transportar entre 2.000 y 3.000 personas, contamina lo mismo que 12.000 coches, según la ONG.

LEE EL REPORTAJE COMPLETO EN LA EDICIÓN EN PAPEL DE EL TRIANGLE DE ESTA SEMANA

Salir de la versión móvil