Icono del sitio El Triangle

El independentismo queda fijado en el 29%

carme forcadell 2

carme forcadell 2

Los resultados del proceso participativo del 9-N no son una buena noticia para los independentistas ni para los intereses inmediatos del presidente Artur Mas. La participación ha quedado por debajo de las expectativas que se habían hecho los convocantes y el «sí-sí» no ensancha la clientela habitual de las últimas movilizaciones y elecciones.

El cuerpo electoral concernido por esta consulta era de 6,3 millones de personas, incluyendo la franja de jóvenes mayores de 16 años y los inmigrantes con permiso de residencia. Esto hace que la participación haya sido sólo del 35%, porcentaje que no da a la votación realizada ningún tipo de relevancia exponencial (los organizadores confiaban en alcanzar los tres millones de votantes).

Los 2,2 millones de votos emitidos quedan muy lejos de los 3,6 millones de las últimas elecciones autonómicas celebradas en 2012 o de los 3,5 millones de las últimas generales. Y esto, a pesar de que la campaña de movilización electoral de cara al 9-N hace meses y meses que dura, con una presencia constante y masiva del «monotema» en los medios de comunicación catalanes.

El voto logrado por la opción «sí-sí» tampoco invita al optimismo de los partidos independentistas. Al fin y al cabo, el 1,8 millones de papeletas que ha recogido esta opción retrata una «foto fija»: la de los participantes en la V del pasado Once de Septiembre (según el recuento de la Guardia Urbana) o la suma aproximada (descontando los federalistas de ICV y los confederales de UDC) de los votantes de los partidos del ‘bloque soberanista’ en las elecciones del 2010 y del 2012.

El ‘proceso participativo’ ha incentivado y movilizado hasta el último voto independentista. Y el resultado es el que es: estos 1,8 millones de votantes por el «sí-sí» significan el 29% de la población catalana que estaba convocada a las urnas este 9-N.

Salir de la versión móvil