Las operaciones de venta de edificios de la Generalitat de Catalunya, ahogada por sus graves problemas de tesorería, no dejan de brotar. La última, que consiste en sacar a subasta tres edificios, tiene como objetivo ingresar 168 millones de euros.
No son edificios cualquiera: dos de ellos se ubican en el Paseo de Gràcia de Barcelona. Uno es Torre Muñoz y otro, el más suculento, es el de la Bolsa de Barcelona, que tiene un precio de salida de 88,9 millones de euros (en 2011 se pedían por él 57,4 millones).
Quién lo quiera adquirir, eso sí, podrá firmar condiciones de alquiler más flexibles que nunca: en vez de asumir que la Generalitat será la inquilina durante 25 años, ahora podrá formalizar un alquiler por un periodo de uno a tres años. Este hecho podría comportar una mudanza del mercado de valores en un plazo breve.
Dación en pago
Por otro lado, la Generalitat ha utilizado sus edificios para saldar deudas con el Ayuntamiento de la capital catalana. Gracias a la dación en pago de los inmuebles de los antiguos juzgados de la ciudad de la Vía Laietana y de la nave central de la Casa Batlló, el consistorio que gobierna Xavier Trias perdonará 30 millones de euros de deuda del Gobierno con Barcelona.
