Jordi Pujol y Marta Ferrusola ya vuelven a vivir en su domicilio de la Ronda de General Mitre 96, después de que en las últimas semanas se hubieran «refugiado» en la casa de su hija Marta en el Maresme para escapar de la presión mediática. El matrimonio cuenta con la protección permanente de una pareja de mossos d’esquadra.
El expresidente de la Generalitat pasa todo el día encerrado en el piso y no osa salir a la calle. En cambio, Marta Ferrusola ha sido vista en los alrededores de su domicilio yendo a comprar víveres. Mientras, muchos automovilistas continúan haciendo sonar el claxon cuando pasan por General Mitre 96, para desesperación de los pacientes de la vecina Clínica de la Sagrada Familia.
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