Día a día se conoce más sobre el alcance del escándalo de las tarjetas de crédito ‘en negro’ de Caja Madrid. Según publica este viernes Vozpópuli, la afinidad política era un factor clave en la obtención de este irregular privilegio. En definitiva, se facilitaban más dinero a los más cercanos ideológicamente o a aquellos que entregaban sus votos. Además, las tarjetas sin declarar, según correos del ex secretario del consejo de la entidad, contaban con «la bendición presidencial y de la comisión de retribuciones».
Estas ‘gratificaciones’ basadas en la afinidad se distribuían en varios niveles. El primero, el de más crédito, era el de los directivos de la entidad. En el segundo se situaban aquellos que, con sus votos, habían llevado a Miguel Blesa a presidir la entidad. En el tercer nivel se situaban figuras propuestas por el PP, como por ejemplo Mercedes de la Merced y Ricardo Romero de Tejada, según la misma información.
Créditos
Además de tarjetas, la cúpula de Caja Madrid se concedía otros privilegios, como la obtención de créditos sin tener que presentar avales. Miguel Blesa, según documentación publicada por el mismo digital, recibió cuatro: uno de 421.000 euros, otro de 275.000, una operación de cambio de divisa por un valor de un millón de dólares y un último crédito de 234.000 euros. Préstamos como estos se otorgaban por vía urgente y también regaron con dinero a CCOO y la FAES, el think tank que preside José María Aznar.
La excusa choca con el FROB
Por otro lado, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha desmontado la coartada esgrimida por los beneficiarios de las tarjetas ‘en negro’, el desconocimiento de la opacidad fiscal, publica Eldiario.es. El órgano financiero del Estado, que controla a Bankia, no se traga que personas con altas responsabilidades directivas públicas y privadas y de larga trayectoria ignoraran la irregularidad fiscal de las tarjetas. Además, el FROB destaca que la existencia de una duplicidad -existían tarjetas de empresa verdaderas y ‘en negro’- deja pocas dudas sobre el conocimiento de la ilegalidad en los casos de aquellos que las tenían ambas.
Los beneficiarios
La Fiscalía Anticorrupción detecta un posible delito en el supuesto uso irregular de las tarjetas entregadas a 86 consejeros, entre ellos Rodrigo Rato y Miguel Blesa. 26 de ellos continuaron utilizándolas una vez abandonaron la entidad, según la documentación del caso Bankia en manos del juez Fernando Andreu, de la Audiencia Nacional.
