La plaza de Catalunya de Barcelona, como ocurrió durante el 15-M, ha vuelto a ser el escenario donde se ha mostrado la indignación de los ciudadanos que quieren presionar a las instituciones catalanas para que desobedezcan al Tribunal Constitucional y organicen la consulta sobre el futuro político de Catalunya prevista para el 9 de noviembre. Pero los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana, de madrugada, han expulsado de la plaza a la veintena de persones que pretendían acampar hasta el domingo.
La manifestación de estudiantes de este jueves por el centro de Barcelona ha acabado con una asamblea de unas 250 personas en el centro de plaza de Catalunya. Una mayoría de estudiantes ha debatido durante dos horas sobre la gestación de la acampada, que viene a ser el fruto de dos días de la campaña de desobediencia impulsada por la izquierda independentista. El reto, dijeron, es arrastrar a la ciudadanía y a los poderes políticos a hacer frente al gobierno de Madrid.
Los activistas querían que el ejemplo de la campaña se extendiera a las plazas y barrios del resto de los Países Catalanes. Habían organizado tres comisiones: logística, de comunicación y de contenidos, y cada noche, a las 21 horas, pretendían celebrarán una asamblea para decidir cómo se organizaban, qué actividades llevaban a cabo en la plaza y hasta cuando acampaban.
