Las autoridades rusas cerraron ayer cuatro establecimientos de la cadena de fast food McDonald’s y hoy han acentuado los registros. En plena disputa entre Rusia y los EE.UU. el cierre en Moscú de los cuatro restaurantes se ve como un ataque político a pesar de que la agencia de seguridad alimentaría de Rusia, Rospotrebnadzor, ha explicado que «ha habido quejas por la calidad y seguridad de los productos» que ofrece la cadena.
McDonald’s tiene 438 restaurantes en Rusia y un portavoz de la empresa ha declarado que están «abiertos a cualquier registro» y no han querido comentar las posibles razones políticas del cierre. El mes pasado, se presentó una denuncia eb Novgorod por considerar que se engañaba a los consumidores en los valores energéticos del producto y sus propiedades nutricionales a los postres. Además se denunciaba la aparición de una bacteria a las ensaladas perjudicial por la salud.