Iberpotash, la multinacional israelí que ha explota las minas de Sallent y Súria que han generado la montaña -de runa- más alta de la comarca del Bages, ha asegurado que acatará la sentencia que este fin de semana hizo pública el Tribunal Supremo. El texto rechaza el recurso de casación interpuesto por la empresa y obliga a la Generalitat a reformular la fianza y el plan de restauración para la escombrera.
«Si Iberpotash tuviera la intención de sacar la escombrera no habría llegado hasta el Supremo y se habría comprometido antes», dice a EL TRIANGLE Sebastià Estradé, el vecino de Sallent que denunció a la Generalitat y al Estado por pasividad a la hora de exigir a la multinacional el cumplimiento de una sentencia condenatoria del TSJC.
«Iberpotash ya ha hablado ante los tribunales, que es lo que cuenta, y por mucho que a los medios de comunicación y a la opinión pública les diga lo contrario, nunca ha mostrado ninguna intención de limpiar ‘el monstruo’ de Sallent», asegura Estradé. El activista nonagenario y su abogada han recibido como una «victoria» la sentencia del Supremo, pero ahora tendrán que esperar como mínimo un par de meses para pedir la ejecución definitiva. Hasta entonces, el tiempo dirá si las reticències de Estradé sobre el cumplimiento de la sentencia son fundamentadas, o no.
