«Uno puede utilizar la masonería para mejorar como ser humano, pero la masonería nunca te dará ni poder ni riqueza»

¿Qué hace un empresario del vino y asesor gastronómico presidiendo la masonería regular en Catalunya?
Lo dice de una manera como si la gente de mi sector no pudiese hacer eso de la masonería… Pues bien, le diría que hago lo que haría cualquier otro masón que se dedica profesionalmente a otra actividad. Lo que pasa es que ha habido elecciones en la GLE y el gran maestro, Óscar de Alfonso, creyó que yo podría coger el relevo de mi antecesor, Josep Maria Albouy, que finalizaba su mandato. De hecho es un gran reto, porque Albouy ha hecho una grande gestión los años que ha estado al frente de la Grande Logia Provincial, que venía de unos tiempos de una cierta convulsión interna. Supongo que no es fácil dar un paso como este, ser la cara visible de una organización a la cual persigue una eterna sospecha, pues se deja de lado la discreción y se sale del armario, masónicamente hablando. Sí, es cierto que te quitas una especie de velo y todo el mundo sabe que eres masón. Pero en mi caso no fue difícil, porque en mi entorno familiar, profesional y de amigos casi todo el mundo lo sabía.

Pero seguro que alguien le mira ahora de reojo.
No sé si alguien me mira de reojo. En cualquier caso será problema suyo. Yo sigo siendo el mismo, con mis defectos y virtudes. Y déjeme decirle que es cierto que a los masones nos persigue una cierta leyenda negra, pero eso pasa en España. En otros países, la masonería se percibe como algo normal, e incluso hay lugares donde es motivo de prestigio. En Estados Unidos los masones incluyen tal condición en su currículum.

¿De verdad?
Si, ya lo creo. Una vez un hermano de Boston que se quería instalar en Barcelona me enseñó el currículum y le aconsejé que no pusiese que era masón. El hombre no entendía por qué.

(…)

Usted se pone en frente de la masonería catalana en un momento que podríamos calificar de delicado. Catalunya vive un debate político muy intenso en torno al independentismo que esta calando incluso dentro de las logias. ¿Cuál es su postura?

Es cierto que hay unos hermanos que piden que nos separamos de la GLE. Pero me habrá de permitir que esquive su pregunta, no porque no tenga una posición clara en este debate, que la tengo.

(…)

Ya que esta saliendo masónicamente del armario, confiese que los masones tocan poder e influencia.
Mire, no sé si los hay que tocan poder e influencia, pero ya le digo que yo no he tenido la oportunidad de hacerlo. Le diré más: para prosperar profesionalmente, en lo único que confío es en mi propia capacidad de trabajo, no en leyendas urbanas sobre la masonería. Esa es una de las cosas que siempre he tenido muy clara y que pude comprobar también el primer día que pisé mi logia en Escocia. Uno puede utilizar la masonería para mejorar como ser humano, pero la masonería nunca te dará ni poder ni riqueza.

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