La Comisión Europea ha anunciado este jueves que abrirá un procedimiento de infracción al Estado español por contaminación en las minas de sal de Sellent a partir de la denuncia del abogado y profesor jubilado, Sebastià Estradé, y ha mandado una carta al Ministerio de Asuntos Extranjeros dándole dos meses para responder. Iberpotash ha acumulado una montaña de runa después de años de extracción sin ningún plan de limpieza.
Europa ha hecho los deberes mucho antes que España y Cataluña. La Plataforma Montsalat ya presentó en el 97 un dossier a Fiscalía que denunciaba la salinización de las aguas de la cuenca de Llobregat por la actividad de las minas de potassa del Bages. Todavía no se ha resuelto el litigio.
Estradé, vecino de Sallent, denunció el año pasado al Estado ante la Comisión Europea por la «inactividad» de la Generalitat a la hora de hacer frente a los «incumplimientos medioambientales» que, según él, provoca la actividad extractiva de la empresa minera Iberpotash.
Bastante menos ha tardado la CE en presionar al Estado para que Iberpotash demuestre que no contamina la cuenca del río. La empresa israelí tiene cuatro causas pendientes y una sentencia ejecutoria del TSJC que le obliga a pagar una indemnización y a elaborar un plan de restauración para la montaña de runa salina. La empresa ha recurrido en última instancia al Supremo, que tendría que haber dictado sentencia el 25 de junio.
