La valía de Josep Guardola como entrenador nunca había sido tan discutida como ahora. Contratado por Bayern de Múnich para implantar el vistoso estilo del FC Barcelona y dar continuidad a la dinámica ganadora de su predecesor, Jupp Heynckes, la eliminación de la Liga de Campeones después de un desastroso 0-4 contra el Real Madrid lo ha situado en el punto de mira de la prensa y los forofos.
Diarios de todo el mundo hablan de humillación a Bayern y al técnico de Santpedor, quien no había perdido nunca por más de dos goles como responsable del Barça. Como hacen otros muchos periódicos, el sensacionalista Bild le endosa la mayoría del peso de la derrota, mientras La Gazzetta dello Sport interpreta que «el tiqui-taca de Guardiola» ha quedado ridiculizado por el técnico blanco, Carlo Ancelotti.
El muniqués Süddeutsche Zeitung ha escrutado al por menor los errores estratégicos de Guardiola -que él ha asumido como claves-, y Goal.com, por su parte, expone en un afilado artículo que el técnico catalán ha transformado al equipo triunfante de Heynckes en la peor versión de su antiguo Barça.
Cómo nunca antes se discute la importancia de la posesión, fundamento del estilo de Guardiola (y del juego del FC Barcelona y de la selección española), tema que ha centrado algunas preguntas de la rueda de prensa de ayer en Múnich y buena parte de las burlas virales que se esparcen por Internet.
En este sentido, durante la rueda de prensa Guardiola ha cuestionado que tuviera jugadores adaptables a sus ideas. La última semana, el presidente de honor y leyenda de Bayern, Franz Beckenbauer, había criticado el estilo de juego que despliega el equipo bávaro este año: «la posesión no sirve de nada, si el rival tiene oportunidades de gol».
