Las direcciones nacionales de los dos grandes sindicatos españoles, UGT y CCOO , no han desautorizado de manera explícita a sus secretarios generales en Cataluña por haberse alineado con la Generalitat -que les ha concedido la Cruz de Sant Jordi- y por su apoyo a la celebración, el 9 de noviembre de 2014, de la consulta soberanista. A pesar de ello, sí que han expresado claramente que apuestan por la opción del Estado federal a partir de la reforma de la Constitución vigente.
UGT quiere un Estado federal que amplíe el autogobierno sin perder cohesión social y territorial, mientras que CCOO rechaza el nacionalismo catalán y la postura del PP a la vez que defiende que las reformas tienen que llevarse a cabo dentro del marco constitucional.
Un relevo en suspenso
Además de la discrepancia que las dos principales cúpulas sindicales catalanas mantienen con las direcciones centrales de Madrid (y también con las bases catalanas, no alineadas mayoritariamente con el soberanismo), emerge un nuevo problema en el seno de la UGT catalana: el relevo de Josep Maria Álvarez se complica.
Después de 24 años al frente de la secretaría general de la UGT en Catalunya, Álvarez dejará este cargo en 2017, pero quien tenía que ser su sucesor, el presidente del comité de empresa de SEAT, Matías Carnero, dice que no asumiría el cargo hoy por hoy.
Según ha declarado a Economía Digital, Carnero no ha tomado todavía ninguna decisión, y ha añadido que se quiere sentir cómodo y que «el sindicalismo institucional no tiene nada que ver con el de la empresa». Actualmente, Carnero tiene como prioridad las elecciones sindicales de SEAT de 2015 y pretende pensar a partir de entonces si asumirá el liderazgo en Catalunya de la UGT.
