El PP de Cataluña tenía una triple contabilidad

Luis Bárcenas tiene razón: no sólo había una 'caja B' del PP en la calle Génova 13
triple comptabilitat pp
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En su comparecencia, el pasado día 10 de abril, ante el magistrado de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que instruye el caso Gürtel, el extesorero del PP, Luis Bárcenas, explicó que la ‘caja B’ no existía sólo en la sede central del partido, en la calle Génova 13 de Madrid. Según Bárcenas, actualmente en prisión preventiva en Soto de Real, «todas las organizaciones provinciales y regionales del PP» funcionaban con dinero negro y disponían de una ‘caja B’.

La secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, salió en tromba acto seguido, desmintiendo rotundamente las afirmaciones del extesorero. También lo hicieron, con vehemencia y santa indignación, varios responsables territoriales del PP, entre ellos la presidenta del partido en Catalunya, Alicia Sánchez-Camacho.

Estos días, el discurso de todos los dirigentes populares es monolítico: «¿Dinero negro? ¡Nunca jamás! ¿Cómo puede tener credibilidad una persona que esconde su dinero en Suiza?». Pero EL TRIANGLE está en condiciones de demostrar que, en este caso, Luis Bárcenas tiene razón. En concreto, el PP de Barcelona se ha financiado, en el pasado, con dinero negro. Tenemos la documentación contable que lo acredita. Corresponde a la campaña de las elecciones generales de 1989, cuando el actual ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se presentó como cabeza de lista del PP por la circunscripción de Barcelona.

Los documentos que reproducimos pertenecen a la contabilidad interna de la calle Urgell, sede del PP de Catalunya, y ya fueron publicados por EL TRIANGLE en su edición n. 289, del 19 de febrero de 1996. Estos documentos demuestran que el partido, en el caso concreto de Barcelona, funcionaba con tres cuentas:
· Una Caja A, domiciliada en una sucursal del Banco Central, donde se recibían las transferencias en ‘dinero blanco’ que se hacían desde la dirección central del partido, en la calle Génova 13
· Una Caja B, domiciliada en una sucursal del Banco Santander, que se nutría con los donativos anónimos y en negro que hacían empresarios catalanes afines al PP.
· La llamada Caja Auxiliar, que también recibía donativos en negro y se usaba para pagar los pequeños gastos de la campaña electoral.

Según la documentación que tiene EL TRIANGLE, en esa campaña electoral el PP de Barcelona se gastó unos 50 millones de pesetas, de los cuales 26.600.100 pesetas eran «transferencias de Madrid» y 24.741.330 pesetas correspondían a ingresos en dinero negro (17.884.000 pesetas ingresadas en la Caja B y 6.857.330 pesetas ingresadas en la Caja Auxiliar). Destacan, en este sentido, un ‘donativo’ de cinco millones, uno de tres y uno de dos en la Caja B y uno de cuatro y otro de 1.200.000 pesetas en la Caja Auxiliar.

Hay que señalar que, en aquella época, la legislación sobre la financiación de los partidos políticos era mucho más laxa que en la actualidad, ya que se han endurecido los controles debido a los reiterados casos de corrupción política conocidos en los últimos años. Aún así, la Ley orgánica 5/1985 de Régimen Electoral General, vigente durante la campaña de 1989, especificaba en su artículo 125: «Ninguna persona, física o jurídica, puede aportar más de un millón de pesetas a las cuentas abiertas por un mismo partido, federación, coalición o agrupación para recaudar fondos en las elecciones convocadas». En el caso del PP de Catalunya, los documentos que aportamos constatan que se infringió la ley porque hay ingresos anónimos superiores al límite establecido de un millón de pesetas.

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