Si es una de las vías españolas con más accidentes, como puede ser que la remodelación prevista no incluya mejoras en el tránsito, ni facilite la movilidad del tranvía, las bicicletas ni los peatones? La plataforma Diagonal per a Tothom (para Todos), formada por entidades barcelonesas, ha presentado este martes un fajo con más de una veintena de alegaciones contra la última reforma anunciada por el Ayuntamiento en esta arteria de la ciudad.
La plataforma pone encima la mesa razones de orden social, de movilidad y de medio ambiente para oponerse a un proyecto presupuestado en 19 millones de euros. Lluís Rabell, de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, ha apuntado a «intereses» de los comercios que se han antepuesto a los del resto de ciudadanía. «Se pretende contentar un sector mientras se desprecia a otro», considera.
Más crítico con la gestión gubernamental, Ricard Riol, de Promoción del Transporte Público, considera que se ha «boicoteado a los tranvías» porque la reforma, que a pesar del presupuesto no ha contado con el visto bueno de ningún técnico, «hipoteca los tramos y colapsa el transporte privado». El portavoz se queja que el proyecto actual, que sólo remodelará los laterales, cueste el mismo que el anterior, que preveía una reforma integral de la vía.
Las entidades involucradas, entre las cuales hay Ecologistas en Acción, Bicicleta Club de Catalunya y los sindicatos UGT y CCOO, no entienden como el Ayuntamiento dejará los dos Tramos sin conexión. «Es absolutamente incomprensible conectar los tranvías del Baix Llobregat con el Barcelonés Norte, por razones de movilidad y seguridad de los trabajadores», dicen.
