Las dificultades se acumulan en la sanidad pública de las comarcas de Tarragona. Un nuevo recorte presupuestario en el Hospital Universitario Joan XXIII se añadirá próximamente a los problemas asistenciales acumulados, como el crecimiento de las listas de espera y las complicaciones en el acceso de la población a los servicios sanitarios. Se trata de un «paquete de medidas» con el que la Consejería de Salud pretende ahorrarse entre 7 y 8 millones de euros.
El momento actual de la sanidad tarraconense se caracteriza, asimismo, por la disminución de camas disponibles y el aumento de la presión asistencial en el servicio de urgencias. En concreto, los recortes se han ensañado con el personal de atención directa al paciente -la plantilla ha perdido más de 300 de estos efectivos-, mientras se ha incrementado el número de directivos y asesores.
La Junta de Personal de este hospital denuncia que esta nueva decisión, cuyos detalles se conocerán en los próximos días, acelera un proceso enfocado a la privatización de la sanidad catalana por parte del Gobierno de la Generalitat, que comportará una gestión que obedecerá a criterios de enriquecimiento privados, como la que se lleva a cabo en los externalizados servicios de Radiología y de Rehabilitación de Atención Primaria. Los profesionales del Joan XXIII se preguntan cómo se puede luchar contra las listas de espera, mantener la calidad en la atención y ejecutar obras prometidas con unos presupuestos cada vez más exiguos si no es, por ejemplo, forzando a los pacientes a recurrir a la sanidad privada o haciéndoles pagar en centros concertados para saltarse las listas de espera.